Seguramente tengas un tesoro cerca de donde vives, puesto que hay más de 600.000 distribuidos en cientos de paises. Para encontrar uno de ellos sólo necesitas las pistas que te ofrece internet y un GPS. No esperes nada materialmente valioso pero sí unos buenos ratos de aventura y, probablemente, bellos parajes naturales.
Los modernos tesoros, denominados caches, consisten en cualquier tipo de contenedor estanco, en el que se guardan muñequitos, abalorios, un CD, un libro... o simplemente papel y lapiz a modo de registro para aquellos que llegan a la meta. Diversas páginas en internet y principalmente Geocaching (versión en castellano), te dan la información necesaria para su localización, bien directamente por su coordenadas GPS o bien a través de acertijos o pistas que te llevarán al destino final. Al descubrir el tesoro, se te indicará si debes dejarlo dónde está, si puedes (o debes) llevarte algo o si tienes que sustituirlo por otro objeto.
El 1 de Mayo de 2000, el entonces presidente Bill Clinton, decidió suprimir el error de posición que se había añadido a la señal GPS, para evitar que los receptores comerciales pudieran ser utilizados con fines militares. Apenas dos días después, el ingeniero David Ulmer decidió celebrar el final de esta restricción organizando un juego. Escondió un cofre del tesoro en los alrededores de Portland (EEUU) y envió las coordenadas exactas de su ubicación, a sus compañeros de trabajo. El libro de visitas que incorporaba el tesoro, en breve fue encabezado por Mike Teague, el primero en encontrar el recipiente escondido y el primero en crear una web que recogía la localización de este tipo de tesoros. Más tarde, Jeremy Irish, atraido por el potencial de este juego, creó en Septiembre un nuevo diseño web que incorporaba tanto la localización en mapas como un registro para los geocachers que alcanzaban los distintos destinos.
Por su geo-localización, podeis encontrar caches rurales que son los más habituales y están situados en zonas de campo o de monte, con un acceso sencillo. Más complicados son los caches de montaña ubicados en zonas de alta idem y que requieren excursiones de varias horas o incluso de un día entero. Los más inusuales aunque también más originales, son quizás los caches urbanos, que utilizan los sitios más inverosímiles de una ciudad.
Los tesoros pueden ser del tamaño de un envase para carretes fotográficos (microcaches). aunque los más normales suelen ser un Tupperware de tamaño medio. A veces llegan al tamaño large cache, tan grandes como un tambor de detergente de los de antes. Los jugadores son denominados en la jerga geocachers y todo el que no es geocacher, será un geomuggle. Estos últimos son considerados estorbos en la versión urbana del juego.
Sobre los caches clásicos -aquellos en que se facilitan unas coordenadas-, cada vez se están desarrollando más variantes:
Quizás y a fin de cuentas, el propio geocaching no se trate más que de una variante del bookcrossing.
Los modernos tesoros, denominados caches, consisten en cualquier tipo de contenedor estanco, en el que se guardan muñequitos, abalorios, un CD, un libro... o simplemente papel y lapiz a modo de registro para aquellos que llegan a la meta. Diversas páginas en internet y principalmente Geocaching (versión en castellano), te dan la información necesaria para su localización, bien directamente por su coordenadas GPS o bien a través de acertijos o pistas que te llevarán al destino final. Al descubrir el tesoro, se te indicará si debes dejarlo dónde está, si puedes (o debes) llevarte algo o si tienes que sustituirlo por otro objeto.
El 1 de Mayo de 2000, el entonces presidente Bill Clinton, decidió suprimir el error de posición que se había añadido a la señal GPS, para evitar que los receptores comerciales pudieran ser utilizados con fines militares. Apenas dos días después, el ingeniero David Ulmer decidió celebrar el final de esta restricción organizando un juego. Escondió un cofre del tesoro en los alrededores de Portland (EEUU) y envió las coordenadas exactas de su ubicación, a sus compañeros de trabajo. El libro de visitas que incorporaba el tesoro, en breve fue encabezado por Mike Teague, el primero en encontrar el recipiente escondido y el primero en crear una web que recogía la localización de este tipo de tesoros. Más tarde, Jeremy Irish, atraido por el potencial de este juego, creó en Septiembre un nuevo diseño web que incorporaba tanto la localización en mapas como un registro para los geocachers que alcanzaban los distintos destinos.
Por su geo-localización, podeis encontrar caches rurales que son los más habituales y están situados en zonas de campo o de monte, con un acceso sencillo. Más complicados son los caches de montaña ubicados en zonas de alta idem y que requieren excursiones de varias horas o incluso de un día entero. Los más inusuales aunque también más originales, son quizás los caches urbanos, que utilizan los sitios más inverosímiles de una ciudad.
Los tesoros pueden ser del tamaño de un envase para carretes fotográficos (microcaches). aunque los más normales suelen ser un Tupperware de tamaño medio. A veces llegan al tamaño large cache, tan grandes como un tambor de detergente de los de antes. Los jugadores son denominados en la jerga geocachers y todo el que no es geocacher, será un geomuggle. Estos últimos son considerados estorbos en la versión urbana del juego.
Sobre los caches clásicos -aquellos en que se facilitan unas coordenadas-, cada vez se están desarrollando más variantes:
- Multicaches en los que la búsqueda se hace por etapas; un tesoro te da la pista para encontrar el siguiente.
- Webcam caches, en la que necesitas un compañero que capture la imagen desde internet como prueba del hallazgo
- Mystery caches que requieren resolver previamente algún puzzle, juego de lógica, acertijo.
- Virtual caches en los que realmente no hay ningun objeto concreto que encontrar, pero en el lugar está la respuesta a la pregunta para poder anotarse el hallazgo.
- Travelbugs son pequeños objetos que viajan de tesoro en tesoro con un objetivo concreto como por ejemplo llegar a cierto punto geográfico y volver al origen. Cuando alguien lo mueve, debe indicar en la web su nueva posición.
- Geocoins, que al estilo de los travelbugs también son cambiados de ubicación, son monedas con inscripciones personalizadas que sirven además como estandarte de grupos de geocachers.
Quizás y a fin de cuentas, el propio geocaching no se trate más que de una variante del bookcrossing.
Saber más
- Geocaching. Wikipedia
- Preguntas frecuentes. Geocaching Hispano.
- Artículo en GoChile.
- Asociación de Geocachers españoles. GEA.
- Cacheopedia. Wiki (en inglés)
5 comentarios:
hola queria pasar a saludarte
jeje
bueno vengo desde pizcos blog
valla y queria saber como pongo una en blogger
no se si me puedas ayudar
a crear una ya ke yo no se muchillo de estas cossillas de diseño, con decirte que ni un barner de mi blog e creado........
no soy muy creativo que digamos
jeje
espero tu respuesta y que enverdad me puedas ayudar
Cada vez más se están inventando más juegos virtuales. No sé como se las arreglan para tener tanto tiempo.
Un saludo
Jorge, Yessi... ¿qué es lo que quereis poner? ¿una qué...?
ala que chuli
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