
Está comprobado que en la comunicación oral, se pierde mucha información en cada emisión. Nuestro cerebro es capaz de pensar muchas más palabras por minuto de las que somos capaces de expresar hablando. De lo que sé o pienso a lo que digo ya se pierde una parte. Después, de lo que digo a lo que mi interlocutor escucha y entiende, se pierde otra parte. Por supuesto, la parte no verbal (los gestos) no se transmiten de la misma manera. Es fácil por tanto, que en un mensaje, se pierda hasta un 60% de su contenido ¡en una sola transmisión! Imaginad lo que ocurre cuando una noticia va de boca en boca sin mayor soporte que nuestra palabra. A partir del cuarto receptor es muy posible que el mensaje no se parezca en absoluto al original e incluso sea totalmente incoherente.

Pero para solucionar esto último, nuestro cerebro también tiene un mecanismo. Los "huecos" en la información que recibo son "rellenados" con nuestros propios datos para darle coherencia.
Recuerdo en un curso sobre el tema, el ejercicio que hicimos con un artículo real de prensa. Entre otros muchos datos (una lectura de unos 3 minutos) se contaba la caída de un pináculo de una catedral, que había provocado la muerte de una cría de cigüeña cuyo nido estaba encima. Uno de nosotros leyó la noticia y, en privado, la contó a otro. Luego ese la contaba a otro y así hasta siete.
Contado de manera rápida, alguien sustituyó "pináculo" por "aguja" y el siguiente interpretó que tenía que ser la aguja de un reloj (rellenó huecos). Otro se comió la palabra "cigüeña" y se quedó en una "cría". En mi tierra, una cría es una niña. Al cuarto, de toda la información que era mucha, sólo quedó que se había roto la aguja del reloj de una catedral (ya no se sabía ni de que población) y que había caído encima de una niña, matándola. El resto de la información se había perdido y la esencia de la noticia había cambiado totalmente.
A todos nos ha llegado alguna noticia pintoresca de una persona muy fiable, que a su vez se lo había contado su hermano, un buen amigo, lo había visto en la tele... Realmente nadie le mintió. El que se lo contó estaba convencido de que era real. Incluso el primero en difundir la historia estaba convencido de su veracidad. Eso sí, es posible que no fuera exactamente tal y como nos llegó a nosotros. La cosa fue tomando forma poco a poco hasta que llegó a un versión creible y lo suficientemente curiosa como para transmitirla con afán.

Con estos mimbres, no es de extrañar que los rumores, leyendas o como quieras llamarlos, abunden como las setas. Supongo que conoces algunos de los aqui enlazados y que tú mismo los cuentas a otros como ciertos

Lo cierto es que ni todo es verdad ni todo es mentira, simplemente hay que tener cuidado con lo que nos llega y poner en barbecho la información que nos dan. Luego, si el asunto merece nuestra atención o puede ser importante, recopilar datos suficientes y generar nuestra propia opinión.
Saber más
- Historias sorprendentes y, sobre todo, falsas. Aula de El Mundo.
- ¿Qué es una leyenda urbana? LeyendasUrbanas.org
- ¿Qué es una leyenda urbana? LeyendasUrbanas.com
- ¿Qué es una leyenda urbana? (con un poco más de humor). Frikipedia.
- Mitos urbanos. Mitos-Urbanos.com.ar.
- Rumores y leyendas urbanas en Internet. Cibersociedad.
- Recopilación. Leyendas Urbanas en webcindario.
- Recopilación (en inglés). Snopes.
- La Rosa de los Vientos. Podcast Rosaventeros.
- Una película con dos secuelas- Urban Legend.
2 comentarios:
Un buen artículo. Ese juego que comentas se conoce como "Teléfono Roto".
Yo he jugado a ese juego y es superdivertido cuando es un juego y todos saben que están jugando, pero es cierto que la información mal dada y requete interpretada puede ser peligrosa, sobre todo si está en juego la reputación de alguien.
Es un plader leerte siempre.
Saludo lindo.
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