Bob seguramente nunca formará parte del grupo de las mejores animaciones en cuanto a calidad gráfica, pero sin duda, sí que es una de las más simpáticas que he visto últimamente.
El guión explota el elemento habitual de final-sorpresa y otro también muy común en el que se relata una historia de amor. La única peculiaridad en esta ocasión es que los protagonistas son cobayas.
Además tenemos realmente dos finales: el que descubre la verdadera naturaleza de la secuencia y el desenlace real, tras los primeros créditos. A disfrutarlo.
El guión explota el elemento habitual de final-sorpresa y otro también muy común en el que se relata una historia de amor. La única peculiaridad en esta ocasión es que los protagonistas son cobayas.
Además tenemos realmente dos finales: el que descubre la verdadera naturaleza de la secuencia y el desenlace real, tras los primeros créditos. A disfrutarlo.
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